Otra historia
Es un libro voluminoso,
antiguo, bien encuadernado,
lo abre,
usando una cuchilla dibuja el hueco,
marcando y recortando las páginas, sin temor.
Imagino que primero colocó la pistola,
dejando también, cuidadoso,
un hueco abajo, a la derecha, para las balas.
Con la cuchilla marcó la forma del arma en la página,
y siguió cavando, excavando,
la forma misma de la pistola.
Fue abriendo hueco hasta que el arma
encontró acomodo perfecto,
como una cartuchera,
entre las páginas del libro.
Colocó las balas en el hueco abierto para ellas
y comprobó que el libro cerraba perfectamente,
solo era un libro más,
pero con una pistola dentro.
Quemó los restos de tanta excavación,
los papeles sobrantes,
con todas sus pequeñas letras,
y eso que pensó que tal vez allí,
entre aquellas sobras,
quizá hubiera también una historia,
vale, se dijo, pero esa
será otra historia,
y no esta.
Coloca el volumen,
de nuevo, de vuelta
en su lugar en la estantería,
es solo un libro más,
pero con una pistola dentro,
sí, mira,
es solo un libro más.