El hombre invisible es seguramente la que más se ha visto de mis películas. Forma parte de una serie llamada “ensayo sobre la mirada” (horrible nombre, ya) junto con el Falsificador de paisajes, El hombre con rayos X en los ojos y alguna otra. Gentes con oficios imagineros, puras imágenes al límite del no ser, viviendo en el equilibrio difícil de los límites de la representación. Para esta le pedí a mi oculista de entonces, también alguien, a su vez, muy herido por las lentes y las imágenes, que me dejara grabar mi propio ojo con el sistema artesanal que había ideado. Sale Berlín, viví por allí un tiempo. Es el hombre invisible quien nos habla: No me veis, yo sí os veo, soy invisible, soy el hombre invisible.
Año2003Duración10 min 47 seg